La familia es un sistema, compuesto por miembros en relación. Cuando uno de ellos tiene un problema o síntoma, los demás también están involucrados y pueden colaborar en la solución
Desde un enfoque relacional, en terapia familiar se trabaja junto con la familia para resolver conflictos familiares o relacionales; y problemas, síntomas o conflictos en uno o en más componentes de la familia.
El proceso de intervención en terapia familiar comienza con una recogida de información inicial sobre el problema y sobre la familia. Durante esta primera fase de evaluación, es frecuente convocar a todas las personas que componen el núcleo familiar.
Tras la evaluación, se valorará si es preciso continuar trabajando con toda la familia, o con parte de ella.
Las sesiones que tienen una duración de 1:30 – 2:00 horas, se convocan cada 2 o 3 semanas y en etapas posteriores del tratamiento incluso cada 4 semanas.
La terapia familiar está especialmente indicada en trastornos de infancia y adolescencia.